
La evolución del mercado inmobiliario en Salamanca: de una vivienda con un sueldo a un sueño con dos.
En Inmobiliaria Pérez Correa llevamos años ayudando a nuestros clientes a encontrar su hogar ideal. Y si hay algo que hemos aprendido en todo este tiempo, es que el mercado inmobiliario no ha dejado de transformarse. A veces para bien, otras no tanto, pero siempre condicionado por una serie de factores que van desde la política del suelo hasta el precio del cemento. Hoy queremos hacer un repaso de cómo ha cambiado el acceso a la vivienda en las últimas décadas y por qué hoy en día, tener un techo en propiedad se ha convertido en un reto, incluso con dos sueldos en casa.
¿Te interesa saber más sobre la vivienda en tu zona? Ven a conocernos a Gran Vía 19, Salamanca. Estamos aquí para ayudarte.
Los años 60, 70 y 80: construir y poblar
Durante las décadas de los 60 y 70, España vivió una expansión urbana sin precedentes. La emigración del campo a la ciudad trajo consigo la necesidad de construir miles de viviendas, y la política del momento favorecía ese desarrollo. El suelo era más abundante y, lo que es más importante, más asequible. Las leyes urbanísticas permitían construir con menos trabas y con un menor coste burocrático.
Además, los precios de los materiales eran razonables, y la mano de obra, abundante y barata. La normativa técnica era mucho más flexible que la actual. No había tantas exigencias en cuanto a eficiencia energética, aislamiento acústico, accesibilidad o sostenibilidad. ¿Consecuencia? Se construía rápido, barato y mucho.
En esa época, una familia con un solo sueldo podía permitirse adquirir una vivienda en propiedad. Los bancos ofrecían hipotecas más fácilmente, y el precio medio del metro cuadrado estaba al alcance de la clase trabajadora.
Años 90 y 2000: el boom del ladrillo
En los años 90 y primeros 2000, el mercado inmobiliario vivió una auténtica explosión. La economía crecía, los salarios subían y los bancos abrían la mano. Se construyó mucho, sí, pero también empezaron a dispararse los precios del suelo. La liberalización de suelo en 1998 tenía como objetivo aumentar la oferta para abaratar los precios, pero en la práctica favoreció la especulación.
Promotores y ayuntamientos entraron en una espiral de recalificaciones, licencias exprés y urbanizaciones masivas. Mientras tanto, los materiales comenzaron a encarecerse y la demanda parecía no tener fin. Se construía para vender rápido, no siempre con la mejor calidad.
Fue una época dorada para muchas familias, pero también se gestaba una burbuja que estallaría en 2008. Aun así, durante ese tiempo, con un solo sueldo seguía siendo posible comprar una vivienda, aunque cada vez con más esfuerzo.
Si estás pensando en comprar o vender y quieres asesoramiento profesional, ven a conocernos a Gran Vía 19. En Inmobiliaria Pérez Correa te orientamos con total transparencia.
La crisis de 2008 y el parón
Con la crisis financiera llegó el parón. El crédito desapareció, muchas promotoras quebraron y los precios se desplomaron. De repente, el sueño de la vivienda se convirtió en una pesadilla para muchas familias atrapadas en hipotecas impagables.
Durante varios años, apenas se construyó, y la desconfianza en el mercado fue generalizada. Sin embargo, fue también una etapa de reajuste. Se empezó a hablar de sostenibilidad, de rehabilitación y de repensar el modelo urbanístico.
2010 en adelante: normativa más exigente, materiales más caros
A partir de 2010, la recuperación fue lenta pero constante. Sin embargo, el mercado ya no era el mismo. Las exigencias legales aumentaron. La normativa de edificación actual incluye aspectos muy estrictos en cuanto a eficiencia energética (CTE HE), accesibilidad, protección contra incendios, control acústico, ventilación... Todo esto implica mayor calidad, pero también más costes.
Al mismo tiempo, la mano de obra cualificada escasea, y los materiales han sufrido incrementos continuos en sus precios, sobre todo tras la pandemia de 2020 y el conflicto en Ucrania. El acero, la madera, el cemento, incluso el vidrio todo cuesta más.
El suelo edificable también escasea en muchas zonas urbanas, y cuando aparece, su precio es altísimo. La construcción en altura, la rehabilitación y la vivienda nueva en la periferia son las principales alternativas.
Hoy: dos sueldos y aún así no llega
¿Por qué hoy una familia con dos sueldos tiene dificultades para comprar una vivienda?
Primero, por el precio del metro cuadrado. En muchas ciudades, el coste de una vivienda supera con creces los 200.000 , incluso para pisos de tamaño medio.
Segundo, por la precariedad laboral. Los sueldos no han crecido al mismo ritmo que el coste de la vida. Muchos contratos son temporales o a tiempo parcial, y los bancos son más exigentes que nunca.
Tercero, por el coste de vida general: la cesta de la compra, la energía, el combustible... todo se ha encarecido. Esto deja menos margen para ahorrar y para pagar una hipoteca.
Cuarto, por la falta de vivienda pública o protegida. El parque público de vivienda en España es muy reducido en comparación con otros países europeos. Y la oferta de alquiler tampoco ayuda: los precios de arrendamiento están por las nubes, dificultando aún más el ahorro.
¿Buscas una alternativa realista y adaptada a tu presupuesto? Ven a conocernos a Gran Vía 19. Encontraremos contigo la mejor opción.
¿Qué podemos hacer como sociedad?
Desde nuestra experiencia en el sector, creemos que hacen falta políticas que fomenten:
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Más vivienda pública y asequible.
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Mayor seguridad jurídica para los compradores y arrendatarios.
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Incentivos para la rehabilitación y eficiencia energética.
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Suelo urbanizable controlado y libre de especulación.
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Formación y contratación de mano de obra cualificada.
Además, los bancos deben facilitar el acceso al crédito responsable, y los ayuntamientos agilizar los trámites burocráticos sin dejar de garantizar la seguridad y la calidad constructiva.
El papel de las inmobiliarias hoy
Las inmobiliarias no somos solo intermediarios. Somos guías, asesores y acompañantes en un proceso complejo. En Inmobiliaria Pérez Correa apostamos por una atención personalizada, basada en la transparencia, el conocimiento del mercado local y la empatía con cada situación personal.
Sabemos que comprar o vender una vivienda no es solo una transacción, es un cambio de vida. Por eso, estamos aquí para ayudarte a tomar decisiones informadas y seguras.
¿Tienes dudas? ¿Te gustaría saber cuál es el valor real de tu vivienda o cuánto puedes pagar por una nueva? Ven a conocernos a Gran Vía 19. Hablemos sin compromiso.
Conclusión
El mercado inmobiliario ha cambiado mucho, y no siempre a favor del comprador. Hoy más que nunca, tener acceso a una vivienda digna requiere planificación, apoyo profesional y un análisis profundo de nuestras posibilidades.
Desde Inmobiliaria Pérez Correa seguiremos luchando por hacer del acceso a la vivienda un derecho más cercano y posible para todos. Porque creemos que cada familia merece un hogar donde construir su historia.
Y si tú también lo crees, ven a conocernos a Gran Vía 19. Aquí empieza tu nuevo capítulo.